lunes, 31 de diciembre de 2007

purevolume.com/alterundr

Porque me parece mejor se va a trasladar las muestras de la música que hacemos a purevolume.com/alterundr. En próximas ocasiones tendremos el placer de explicar detalles de la última presentación de la banda. Los temas que están en purevolume son clavicula, tetragrammaton temas que ya estaban en esta página anteriormente y además metodo ludovico con coca no problem como la novedad. Esperamos que sepan entender y apreciar nuestra música.

"Un narco es un expendedor de drogas" Damián Lopez
La parte oscura de la banda



lunes, 3 de diciembre de 2007

Alterundr, 28 de diciembre en el Microcine

Asi es, como lo dice el titulo, y todo para presentar nuestro jodido demo o ep, el Undr 1

Se estima que el valor de la entrada rondara los 10 pesos con un demo, o 6 pesos sin el mismo, pero despues lo van a querer comprar a la salida y les va a salir 7 pesos, asi que les conviene comprarlo de toque

Vamos a presentar el cd y despues al nuevo integrante, por lo tanto es la despedida a la formación original para telonear a la nueva.


boys! behave!



Originalmente escrito por el rojo, modificado por el negro

martes, 30 de octubre de 2007

Mira vos, todavia existe este lugar

Bueno, paso a avisarles que estamos en la misma, diseñando la caja para el disco, y yo le digo disco porque tiene 7 temas, no lo consideraria un simple "demo" a 7 temas...

Las imagenes, ya estan en manos de varios de nuestros colaboradores graficos y pronto veremos si logramos ponernos de acuerdo, por ahora, se perfila un fenomeno climatico de gran embergadura, conocido como "pollo al disco atomico", asi que esten atentos y con una chancleta en la radio cadena 3 y la otra en el refugio nuclear


c vemos

sábado, 6 de octubre de 2007

Los humildes comienzos llegan a su fin

Asi es, este es el fin

del comienzo, ahora hay que empesar el "medio"


Probablemente ahora con guitarrista, y definitivamente temas nuevos


Un abrazo para la poca gente que visita este flog

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Fan art?

De la mano de Eladrian (http://www.unyosaturado.blogspot.com/), nos llega este impresionante "fan art", por llamarlo de alguna manera, que capta tan bien el "TODO ESO", la base de todo lo que hacemos, ahi les salta


Muneko Fuera

lunes, 10 de septiembre de 2007


Asi estabamos anoche a eso de las 12, que si valio la pena?
por supuesto!
Que queda:
Terminarlo bien
Decidir el logo
Comer unas hamburguesas en el triangulo
Presentarlo
Alquilar un camello de tres gibas y desfilar en bolas por la ciudad al ritmo de Fly Me To The Moon

jueves, 6 de septiembre de 2007

Aguante actualizar de vez en cuando!

Hoy, sorpresivamente para nosotros, Damian no fue a ensayar. Cuando llegue a mi casa descubri que el muy idiota me habia mandado un mensaje de texto al telefono fijo de mi casa, asi que tuve que escuchar la amable voz de la maquinita que te los interpreta mas o menos asi: "lo-co, no pued-o ira ensaya-r"

Ya que estaba Ernesto laburando en nuestro demo, nos quedamos un buen rato molestandolo, y sacamos estas fotos

Sale movido porque Ernesto es un tipo muy rapido, no se dan una idea...


Despues nos fuimos porque JJ tenia ganas y porque yo estaba aburrido

Como ahora mira: AU REVOIR!

domingo, 26 de agosto de 2007

Esto es Mas o Menos a Modo de

Habia escrito algo medianamente gracioso y explicativo, pero el blog de mierda este se colgó, y no te deja copiar lo que escribís para pegarlo en otro lado, asi que no me voy a tomar la molestia de escribirlo de nuevo

Los quiero a todos

Pero me caen mal

Para las chicas que se hacen en la bombacha:

Foto del baterista:



















Foto del bajista
Foto de un pianista

sábado, 18 de agosto de 2007

Aclaracion:

Jonas se toma demasiado tiempo para ser un pelotudo, tanto que no leyo nunca el texto adjunto a la votacion, y por lo tanto no se animo siquiera a pensar que puse "unds" entre comillas por razones obvias.

Muneko fuera

Es Undrs no unds


Me molesta de sobre manera que la gente no sepa pronunciarlo, por lo tanto no los juzgo, aunque ya si un poco si leen el texto de Borges que anexamos a esta página. Lo que ya mucho no los perdono es que lo escriban mal, entiendo que es más facil recordar la palabra que su pronunciación. Lo que ya no perdono es queun integrante de la banda lo digamal, y otra cosa mucho peor es que lo escriba mal ES UNDR NO UNDS!!! El nombre de la banda tiene una razón, no me levanté un día diciendo que suena lindo, por que hay cosas que suenan más, que se yo, auditivas. Las razones del nombre son con las que se inauguro el blog " el otro " y "undr" de Borges.
Por ahora no hay toques, pero estamos por ponernos a grabar nuestro segundo demo y a retocar el primero, ya podrán escuchar otro tema, que con el que esta subido ahora seran versiones viejas dentro de poco.
Una foto de cuando la banda nacía.
Siguiendo con lo del nombre de los demos, ibamos a ponerles el nombre que nosotros quisieramos, es parte del arte de la banda, asi que mucho la votación por parte de la gente no es una razón para ponerle un nombre o algo.
Cambio Jonas

martes, 14 de agosto de 2007

Y si, era medio obvio

Asi es, al fin me voy a gastar en hacer un post acerca del poll ese que murio hace unos dias

Gano abasalladoramente la opcion "unds", asi que nuestro proximo demo, que constará de 5 canciones, sera llamado "Und-os", y no sera pronunciado nunca frente a nadie que pueda escucharlo para no romper el sagrado equilibrio de la vida sostenido por el sonido fonetico de esta palabra

Desde ya muchas gracias
Este fue un mensage del concejo publicitario de la nacion

sábado, 11 de agosto de 2007

Al Fin terminamos con el Fin Sin

Que bar de meirda che, pero bueh, al menos terminamos de tocar ahi ya, ahora falta llevarnos los instrumentos y COBRAR de una puta vez

El relato tocatistico:
- 12:30: Duo magistral realizado por Damy y Negro
- 12:40: Segundo duo magistral realizado por Damy y Muneko
- 12:50: Tercer duo magistral realizado por Damy y Mosca Nariguetazo
- 01:10: Interpretacion de canciones propias de Melodítica llevadas a cabo en sistema Unplugged 4.1 (dos guitarras y dos microfonos)
- 02:00: Alterundr interpretando "la subida", "el primero del demo", "el segundo del demo", "el jazz", "el progresivo" y "charan chancha charan"
- 02:40: Peleas entre Damy y Negro para ver si se llevaban o no la bata a la casa del Negro (tambien era parte del show)

Publico amargo si los hay, si alguien tocia mientras aplaudían la tos sonaba mas fuerte
Agradecimientos a Marla, Eladrian y Bonella por someter a tamaña fustigacion a sus billeteras y a Mosca Nariguetazo por calzarce la viola que toca maaaanso el loco

Muneko fuera

domingo, 29 de julio de 2007

Fin Sin 10 de agosto

Bue voy a emitir un par de comentarios acerca del día viernes 27 en finsin, nos paga un día despues justificándose con la frase " no te vas a morir por un día " despúes de la cual me retire indignado, pero en fin ya me las va a pagar... Soy negro y por negro, soy resentido y vengador, si no, no sería negro. ( ¿ acaso es la frase filosófica del día ? ). En cuánto a la perfomance, salio perfecto, mucho no me molesta lo de la guita he tocado gratis y hasta he pagado por tocar pero me embola la actitud. Nosotros cumplimos en tiempo y forma.
Me emboló lo del tiempo que nos dío para tocar siendo, que el mismo nos hizo comenzar a tocar media hora despues y terminamos media hora antes de lo previsto. Lo que me disgusta de esto no es la actitud, el loco de última nos paga para tocar, lo que estoy pensando en dejar de hacer, por que surge un problema en cuánto a la idea que se tiene de la banda, nosotros damos un show donde nos expresamos al 100 por cierto y el tiempo no nos dio para hacerlo como queríamos, y eso me parece una falta de respeto hacia al público. Por lo tanto yo me ofrezco a pagarle la proxima entrada a cualquiera que haya ido a vernos a finsin en el próximo toque.

El 10 de agosto nos volvemos a presentar en Fin Sin, la idea era apurarnos para presentar el demo, pero este bar no se merece tal publicidad ni aprecio de parte nuestra, aunque nos perfeccionaremos para que el toque sea como debe ser y como queremos que sea. Cómo banda invitada estará melodítica ( sin el bajista :D ) y habrá un noséque, especial ya que yo ( Jonas ) con Damián haremos un dúo y quien sabe si tambien con el muneko habrá otro. Esa noche será solo nuestra y vamos a tocar hasta que mis dedos me lo permitan.





Ya despúes de todas las bardeadas que han habido acá, gracias a todos por leer y a todos los que nos tienen en cuenta. A todos los que nos han escuchado gracias por el respeto que no han tenido
.



Fuera Jonas ( JJ Olmedo )

sábado, 28 de julio de 2007

El dia despues del (sin) Fin

No voy a emitir comentarios... bueno, en realidad si

FUE UN TOQUE DE MIERDA!!!
(Opina de vez en cuando Negro)
A mi me parecio una reverenda garcha, invitar a tocar a una banda y pedirle que se baje para que suba un peruanito a tocar un stick, mas alla de que el loco sea un capo, me la bien puede chupar. (encima recien hoy nos van a pagar)
Me parecio una falta de respeto, eso es todo.

Cuidense todos, gracias por visitar, ahi tienen los comments para escribir lo que quieran
Se me cuidan

Muneko fuera

viernes, 27 de julio de 2007

Hasta el Fin Sin del mundo, o de la calle Primitivo de la Reta...

Tonite, mis seres queridos, e invitado misterioso de algun lado del trapezoide norte, estaremos tocando en el Bar Fin Sin Primitivo de la Reta 1053. El cronograma es mas o menos este:

12:00 am: Alterundr (progressive, jazz (en los panfletitos se olvidaron la coma entre los dos estilos))
1:00 am: Matamosca (jazz supongo)
2:00 am: Buda Funkadelic, Con Iñaqui de la Rosa como "El Invitado Especial" (funk)
3:00 am: Homenaje a David Bowie pperformado ppor Flipper (Glam?)

Veremos si esta noche si sacamos fotos, de nosotros al menos porque yo me tengo que volver en bondi y la cosa se complica despues de la 1:00 am vieron?
De ultima JJ tambien podra aportar su cam

saludos a todos, los pocos que leen eston (al menos 6)

sábado, 21 de julio de 2007

Saca huevo Roberto!

Como veran por las sucesivas imagenes estoy transformando la sala en un ambiente libre de huevo, gracias a los cartones del laburo, pude conseguir estas hermosas placas de carton de 4 centimetros de grosor y de 1.10 x 1 metro, que hacen las delicias de la acustizacion (se escribe asi?)


Antes:

















Después:

Quiero expresar mis agradecimientos al viejito del deposito que estaba juntando estos cartones para venderlos y hacerse la guita (no, no le saque el sustento, él me chorea los cartones a mi y hace (mal, cabe aclarar), el laburo que hacia yo antes, ergo...), por no sacarnos carpiendo con un lampazo ni arrojarnos a "Diana", su feroz perra callejero aleman

domingo, 15 de julio de 2007

El quinto Toque

Paso sin pena ni gloria, mas alla de una (al menos para nosotros), hermosa performance nuestra, nos sentimos un poco bajoneados por el hecho de que la mayoria de la gente que invitamos no fue.

Habra sido el frío? algunos entrevistados alegan que si.

La lejanía de Cacano? Gran mayoría de los demas entrevistados tambíen alega que si.

En resumen, deberíamos cambiar nuestras encuestas para que la gente tenga oportunidad de responder con algo mas que un monosílabo afirmativo.


Esta semana comenzamos a ensayar (si Damy lo permite), para entrarle a la grabación del nuevo demo. voy a ver si encuentro la manera de poner un poll para que la gente pueda votar como debería llamarse el demo, de todas maneras no creo que nos caliente y le vamos a poner el nombre que se nos cante a nosotros, pero a todo el mundo le encanta votar cagadas parece...


De última, si no averiguo como se ponen polls, no las pongo y listo, y digo después que fue porque no se me cantaba, ok?


En la foto, JJ Olmedo y Clara, la novia de Damy


miércoles, 4 de julio de 2007

Un posible volantin

Despues de esto, si sacamos fotos en cacano las subiremos
Al parecer tocamos junto a una banda llamada "Guernica", (el nombre me suena bastante, pero de banda), que segun Flor, la chica que organiza los toques en Cacano, hacen un estilo instrumental "similar" al nuestro, no creo que quiera decir eso...

au revoir!

lunes, 18 de junio de 2007

En construcción

El blog está siendo armado, subiremos el demo, fotos y fechas de la banda. Espero que su visita le sea placentera, para empezar intentaré explicar el nombre de la banda, y no hay mejor forma que leer de donde proviene. Es una mezcla de dos fabulosos textos de Jorge Luis Borges, que hemos subido, el otro y undr, aunque probablemente los deje con intriga él por qué elegimos el nombre, y en parte es lo que queremos, porque nosotros mismos tenemos cierta intriga del por qué lo hicimos.

UNDR

Por Jorge Luis Borges

Debo prevenir al lector que las páginas que traslado se buscarán en vano en el Libellus ( 1615) de Adán de Bremen, que, según se sabe, nació y murió en el siglo once. Lappenberg las halló en un manuscrito de la Bodleiana de Oxford y las juzgó, dado el acopio de pormenores circunstanciales, una tardía interpolación, pero las publicó, a título de curiosidad, en sus Analecta Germanica (Leipzig, 1894). El parecer de un mero aficionado argentino vale muy poco; júzguelas el lector como quiera. Mi versión española no es literal, pero es digna de fe.

Escribe Adán de Bremen:

«...De las naciones que lindan con el desierto que se dilata en la otra margen del Golfo, más allá de las tierras en que procrea el caballo salvaje, la más digna de mención es la de los urnos. La incierta o fabulosa información de los mercaderes, lo azaroso del rumbo y las depredaciones de los nómadas, nunca me permitieron arribar a su territorio. Me consta, sin embargo, que sus precarias y apartadas aldeas quedan en las tierras bajas del Vístula. A diferencia de los suecos, los urnos profesan la genuina fe de Jesús, no maculada de arrianismo ni del sangriento culto de los demonios, de los que derivan su estirpe las casas reales de Inglaterra y de otras naciones del Norte. Son pastores, barqueros, hechiceros, forjadores de espadas y trenzadores. Debido a la inclemencia de las guerras casi no aran la tierra. La llanura y las tribus que la recorren los han hecho muy diestros en el manejo del caballo y del arco. Siempre uno acaba por asemejarse a sus enemigos. Las lanzas son más largas que las nuestras, ya que son de jinetes y no de peones.

» Desconocen, como es de suponer, el uso de la pluma, del cuerno de tinta y del pergamino. Graban sus caracteres como nuestros mayores las runas que Odín les reveló, después de haber pendido del fresno, Odín sacrificado a Odín, durante nueve noches.

»A estas noticias generales agregaré la historia de mi diálogo con el islandés Ulf Sigurdarson, hombre de graves y medidas palabras. Nos encontramos en Uppsala, cerca del templo. El fuego de leña había muerto; por las desparejas hendijas de la pared fueron entrando el frío y el alba. Afuera dejarían su cautelosa marca en la nieve los lobos grises que devoran la carne de los paganos destinados a los tres dioses. Nuestro coloquio había comenzado en latín, como es de uso entre clérigos, pero no tardamos en pasar la lengua del norte que se dilata desde la Última Thule hasta los mercados del Asia. El hombre dijo:

»-Soy de estirpe de skalds; me bastó saber que la poesía de los urnos consta de una sola palabra para emprender su busca y el derrotero que me conduciría a su tierra. No sin fatigas y trabajos llegué al cabo de un año. Era de noche; advertí que los hombres que se cruzaban en mi camino me miraban curiosamente y una que otra pedrada me alcanzó. Vi el resplandor de una herrería y entré.

» El herrero me ofreció albergue para la noche. Se llamaba Orm. Su lengua era más o menos la nuestra. Cambiamos unas pocas palabras. De sus labios oí por primera vez el nombre del rey, que era Gunnlaug. Supe que libraba la última guerra, miraba con recelo a los forasteros y que su hábito era crucificarlos. Para eludir ese destino, menos adecuado a un hombre que a un Dios, emprendí la escritura de una drápa, o composición laudatoria, que celebraba las victorias, la fama y la misericordia del rey. Apenas la aprendí de memoria vinieron a buscarme dos hombres. No quise entregarles mi espada, pero me dejé conducir.

»Aún había estrellas en el alba. Atravesamos un espacio de tierra con chozas a los lados. Me habían hablado de pirámides; lo que vi en la primera de las plazas fue un poste de madera amarilla. Distinguí en una punta la figura negra de un pez. Orm, que nos había acompañado, me dijo que ese pez era la Palabra. En la siguiente plaza vi un poste rojo con un disco. Orm repitió que era la Palabra. Le pedí que me la dijera. Me dijo que era un simple artesano y que no la sabía.

» En la tercera plaza, que fue la última, vi un poste pintado de negro, con un dibujo que he olvidado. En el fondo había una larga pared derecha, cuyos extremos no divisé. Comprobé después que era circular, techada de barro, sin puertas interiores, y que daba toda la vuelta de la ciudad. Los caballos atados al palenque eran de poca alzada y crinudos. Al herrero no lo dejaron entrar. Adentro había gente de armas, toda de pie. Gunnlaug, el rey, que estaba doliente, yacía con los ojos semicerrados en una suerte de tarima, sobre unos cueros de camello. Era un hombre gastado y amarillento, una cosa sagrada y casi olvidada; viejas y largas cicatrices le cruzaban el pecho. Uno de los soldados me abrió camino. Alguien había traído un arpa. Hincado, entoné en voz baja la drápa. No faltaban las figuras retóricas, las aliteraciones y los acentos que el género requiere. No sé si el rey la comprendió pero me dio un anillo de plata que guardo aún. Bajo la almohada pude entrever el filo de un puñal. A su derecha había un tablero de ajedrez, con un centenar de casillas y unas pocas piezas desordenadas.

» La guardia me empujó hacia el fondo. Un hombre tomó mi lugar, y lo hizo de pie. Pulsó las cuerdas como templándolas y repitió en voz baja la palabra que yo hubiera querido penetrar y no penetré. Alguien dijo con reverencia: Ahora no quiere decir nada.

» Vi alguna lágrima. El hombre alzaba o alejaba la voz y los acordes casi iguales eran monótonos o, mejor aún, infinitos. Yo hubiera querido que, el canto siguiera para siempre y fuera mi vida-; Bruscamente cesó. Oí el ruido del arpa cuando el cantor, sin duda exhausto, la arrojó al suelo. Salimos en desorden. Fui de los últimos. Vi con asombro que la luz estaba declinando.

»Caminé unos pasos. Una mano en el hombro me detuvo. Me dijo:

»- La sortija del rey fue tu talismán, pero no tardarás en morir porque has oído la Palabra. Yo, Bjarni Thorkelsson, te salvaré. Soy de estirpe de skalds. En tu ditirambo apodaste agua de la espada a la sangre y batalla de hombres a la batalla. Recuerdo haber oído esas figuras al padre de mi padre. Tú y yo somos poetas; te salvaré. Ahora no definimos cada hecho que enciende nuestro canto; lo ciframos en una sola palabra que es la Palabra.

»Le respondí:

»-No pude oírla. Te pido que me digas cuál es. Vaciló unos instantes y contestó:

»- He jurado no revelarla. Además, nadie puede enseñar nada. Debes buscarla solo. Apresurémonos, que tu vida corre peligro. Te esconderé en mi casa, donde no se atreverán a buscarte. Si el viento es favorable, navegarás mañana hacia el Sur.

»Así tuvo principio la aventura que duraría tantos inviernos. No referiré sus azares ni trataré de recordar el orden cabal de sus inconstancias. Fui remero, mercader de esclavos, esclavo, leñador, salteador de caravanas, cantor, catador de aguas hondas y de metales. Padecí cautiverio durante un año en las minas de azogue, que aflojan los dientes. Milité con hombres de Suecia en la guardia de Mikligarthr (Constantinopla). A orillas del Azov me quiso una mujer que no olvidaré; la dejé o ella me dejó, lo cual es lo mismo. Fui traicionado y traicioné. Más de una vez el destino me hizo matar. Un soldado griego me desafió y me dio la elección de dos espadas. Una le llevaba un palmo a la otra. Comprendí que trataba de intimidarme y elegí la más corta. Me preguntó por qué. Le respondí que de mi puño a su corazón la distancia era igual. En una margen del Mar Negro está el epitafio rúnico que grabé para mi compañero Leif Arnarson. He combatido con los Hombres Azules de Serkland, los sarracenos. En el curso del tiempo he sido muchos, pero ese torbellino fue un largo sueño. Lo esencial era la Palabra. Alguna vez descreí de ella. Me repetí que renunciar al hermoso juego de combinar palabras hermosas era insensato y que no hay por qué indagar una sola, acaso ilusoria. Ese razona- miento fue vano. Un misionero me propuso la palabra Dios, que rechacé. Cierta aurora a orillas de un río que se dilataba en un mar creí haber dado con la revelación.

» Volví a la tierra de los urnos y me dio trabajo encontrar la casa del cantor.

»Entré y dije mi nombre. Ya era de noche. Thorkelsson, desde el suelo me dijo que encendiera un velón en el candelero de bronce. Tanto había envejecido su cara que no pude dejar de pensar que yo mismo era viejo. Como es de uso le pregunté por su rey. Me replicó:

»- Ya no se llama Gunnlaug. Ahora es otro su nombre. Cuéntame bien tus viajes.

»Lo hice con mejor orden y con prolijos pormenores que omito. Antes del fin me interrogó:

»- ¿Cantaste muchas veces por esas tierras? » La pregunta me tomó de sorpresa.

»-Al principio -le dije- canté para ganar- me la vida. Luego, un temor que no comprendo me alejó del canto y del arpa.

»- Está bien -asintió-. Ya puedes proseguir con tu historia.

» Acaté la orden. Sobrevino después un largo silencio.

»- ¿Qué te dio la primera mujer que tuviste? -me preguntó.

»- Todo -le contesté.

»-A mí también la vida me dio todo. A todos la vida les da todo, pero los más lo ignoran. Mi voz está cansada y mis dedos débiles, pero escúchame.

»Dijo la palabra Undr, que quiere decir maravilla.

» Me sentí arrebatado por el canto del hombre que moría, pero en su canto y en su acorde vi mis; propios trabajos, la esclava que me dio el primer amor, los hombres que maté, las albas de frío, la aurora sobre el agua, los remos. Tomé el arpa y canté con una palabra distinta.

»- Está bien -dijo el otro y tuve que acercarme para oírlo-. Me has entendido. »

El Otro

Por Jorge Luis Borges

El hecho ocurrió el mes de febrero de 1969, al norte de Boston, en Cambridge. No lo escribí inmediatamente porque mi primer propósito fue olvidarlo, para no perder la razón. Ahora, en 1972, pienso que si lo escribo, los otros lo leerán como un cuento y, con los años, lo será tal vez para mí. Sé que fue casi atroz mientras duró y más aún durante las desveladas noches que lo siguieron. Ello no significa que su relato pueda conmover a un tercero.
Serían las diez de la mañana. Yo estaba recostado en un banco, frente al río Charles. A unos quinientos metros a mi derecha había un alto edificio, cuyo nombre no supe nunca. El agua gris acarreaba largos trozos de hielo. Inevitablemente, el río hizo que yo pensara en el tiempo. La milenaria imagen de Heráclito. Yo había dormido bien, mi clase de la tarde anterior había logrado, creo, interesar a los alumnos. No había un alma a la vista.
Sentí de golpe la impresión (que según los psicólogos corresponde a los estados de fatiga) de haber vivido ya aquel momento. En la otra punta de mi banco alguien se había sentado. Yo hubiera preferido estar solo, pero no quise levantarme en seguida, para no mostrarme incivil. El otro se había puesto a silbar. Fue entonces cuando ocurrió la primera de las muchas zozobras de esa mañana. Lo que silbaba, lo que trataba de silbar (nunca he sido muy entonado), era el estilo criollo de La tapera de Elías Regules. El estilo me retrajo a un patio, que ha desaparecido, y la memoria de Alvaro Melián Lafinur, que hace tantos años ha muerto. Luego vinieron las palabras. Eran las de la décima del principio. La voz no era la de Álvaro, pero quería parecerse a la de Alvaro. La reconocí con horror.
Me le acerqué y le dije:
-Señor, ¿usted es oriental o argentino?
-Argentino, pero desde el catorce vivo en Ginebra -fue la contestación.
Hubo un silencio largo. Le pregunté:
-¿En el número diecisiete de Malagnou, frente a la iglesia rusa?
Me contestó que si.
-En tal caso -le dije resueltamente- usted se llama Jorge Luis Borges. Yo también soy Jorge Luis Borges. Estamos en 1969, en la ciudad de Cambridge.
-No -me respondió con mi propia voz un poco lejana.
Al cabo de un tiempo insistió:
-Yo estoy aquí en Ginebra, en un banco, a unos pasos del Ródano. Lo raro es que nos parecemos, pero usted es mucho mayor, con la cabeza gris.
Yo le contesté:
-Puedo probarte que no miento. Voy a decirte cosas que no puede saber un desconocido. En casa hay un mate de plata con un pie de serpientes, que trajo de Perú nuestro bisabuelo. También hay una palangana de plata, que pendía del arzón. En el armario de tu cuarto hay dos filas de libros. Los tres de volúmenes de Las mil y una noches de Lane, con grabados en acero y notas en cuerpo menor entre capítulo, el diccionario latino de Quicherat, la Germania de Tácito en latín y en la versión de Gordon, un Don Quijote de la casa Garnier, las Tablas de Sangre de Rivera Indarte, con la dedicatoria del autor, el Sartor Resartus de Carlyle, una biografía de Amiel y, escondido detrás de los demás, un libro en rústica sobre las costumbres sexuales de los pueblos balkánicos. No he olvidado tampoco un atardecer en un primer piso en la plaza Dubourg.
-Dufour -corrigió.
-Esta bien. Dufour. ¿Te basta con todo eso?
-No -respondió-. Esas pruebas no prueban nada. Si yo lo estoy soñando, es natural que sepa lo que yo sé. Su catálogo prolijo es del todo vano.
La objeción era justa. Le contesté:
-Si esta mañana y este encuentro son sueños, cada uno de los dos tiene que pensar que el soñador es él. Tal vez dejemos de soñar, tal vez no. Nuestra evidente obligación, mientras tanto, es aceptar el sueño, como hemos aceptado el universo y haber sido engendrados y mirar con los ojos y respirar.
-¿Y si el sueño durara? -dijo con ansiedad.
Para tranquilizarlo y tranquilizarme, fingí un aplomo que ciertamente no sentía. Le dije:
-Mi sueño ha durado ya setenta años. Al fin y al cabo, al recordarse, no hay persona que no se encuentre consigo misma. Es lo que nos está pasando ahora, salvo que somos dos. ¿No querés saber algo de mi pasado, que es el porvenir que te espera?
Asintió sin una palabra. Yo proseguí un poco perdido:
-Madre está sana y buena en su casa de Charcas y Maipú, en Buenos Aires, pero padre murió hace unos treinta años. Murió del corazón. Lo acabó una hemiplejía; la mano izquierda puesta sobre la mano derecha era como la mano de un niño sobre la mano de un gigante. Murió con impaciencia de morir, pero sin una queja. Nuestra abuela había muerto en la misma casa. Unos días antes del fin, nos llamo a todos y nos dijo: "Soy una mujer muy vieja, que está muriéndose muy despacio. Que nadie se alborote por una cosa tan común y corriente."Norah, tu hermana, se casó y tiene dos hijos. A propósito, ¿en casa como están?
-Bien. Padre siempre con sus bromas contra la fe. Anoche dijo que Jesús era como los gauchos, que no quieren comprometerse, y que por eso predicaba en parábolas.
Vaciló y me dijo:
-¿Y usted?
No sé la cifra de los libros que escribirás, pero sé que son demasiados. Escribirás poesías que te darán un agrado no compartido y cuentos de índole fantástica. Darás clases como tu padre y como tantos otros de nuestra sangre. Me agradó que nada me preguntara sobre el fracaso o éxito de los libros.
Cambié. Cambié de tono y proseguí:
-En lo que se refiere a la historia... Hubo otra guerra, casi entre los mismos antagonistas. Francia no tardó en capitular; Inglaterra y América libraron contra un dictador alemán, que se llamaba Hitler, la cíclica batalla de Waterllo. Buenos Aires, hacía mil novecientos cuarenta y seis, engendró otro Rosas, bastante parecido a nuestro pariente. El cincuenta y cinco, la provincia de Córdoba nos salvó, como antes Entre Ríos. Ahora, las cosas andan mal. Rusia está apoderándose del planeta; América, trabada por la superstición de la democracia, no se resuelve a ser un imperio. Cada día que pasa nuestro país es más provinciano. Más provinciano y más engreído, como si cerrara los ojos. No me sorprendería que la enseñanza del latín fuera reemplazada por la del guaraní.
Noté que apenas me prestaba atención. El miedo elemental de lo imposible y sin embargo cierto lo amilanaba. Yo, que no he sido padre, sentí por ese pobre muchacho, más íntimo que un hijo de mi carne, una oleada de amor. Vi que apretaba entre las manos un libro. Le pregunté qué era.
-Los poseídos o, según creo, Los demonios de Fyodor Dostoievski -me replicó no sin vanidad.
-Se me ha desdibujado. ¿Que tal es?
No bien lo dije, sentí que la pregunta era una blasfemia.
-El maestro ruso -dictaminó- ha penetrado más que nadie en los laberintos del alma eslava.
Esa tentativa retórica me pareció una prueba de que se había serenado.
Le pregunté qué otros volúmenes del maestro había recorrido.
Enumeró dos o tres, entre ellos El doble.
Le pregunté si al leerlos distinguía bien los personajes, como en el caso de Joseph Conrad, y si pensaba proseguir el examen de la obra completa.
-La verdad es que no -me respondió con cierta sorpresa.
Le pregunté qué estaba escribiendo y me dijo que preparaba un libro de versos que se titularía Los himnos rojos. También había pensado en Los ritmos rojos.
-¿Por qué no? -le dije-. Podés alegar buenos antecedentes. El verso azul de Rubén Darío y la canción gris de Verlaine.
Sin hacerme caso, me aclaró que su libro cantaría la fraternidad de todos lo hombres. El poeta de nuestro tiempo no puede dar la espalda a su época. Me quedé pensando y le pregunté si verdaderamente se sentía hermano de todos. Por ejemplo, de todos los empresarios de pompas fúnebres, de todos los carteros, de todos buzos, de todos los que viven en la acera de los números pares, de todos los afónicos, etcétera. Me dijo que su libro se refería a la gran masa de los oprimidos y parias.
-Tu masa de oprimidos y de parias -le contesté- no es más que una abstracción. Sólo los individuos existen, si es que existe alguien. El hombre de ayer no es el hombre de hoy sentencio algún griego. Nosotros dos, en este banco de Ginebra o de Cambridge, somos tal vez la prueba.
Salvo en las severas páginas de la Historia, los hechos memorables prescinden de frases memorables. Un hombre a punto de morir quiere acordarse de un grabado entrevisto en la infancia; los soldados que están por entrar en la batalla hablan del barro o del sargento. Nuestra situación era única y, francamente, no estábamos preparados. Hablamos, fatalmente, de letras; temo no haber dicho otras cosas que las que suelo decir a los periodistas. Mi alter ego creía en la invención o descubrimiento de metáforas nuevas; yo en las que corresponden a afinidades íntimas y notorias y que nuestra imaginación ya ha aceptado. La vejez de los hombres y el ocaso, los sueños y la vida, el correr del tiempo y del agua. Le expuse esta opinión, que expondría en un libro años después.
Casi no me escuchaba. De pronto dijo:
-Si usted ha sido yo, ¿cómo explicar que haya olvidado su encuentro con un señor de edad que en 1918 le dijo que él también era Borges?
No había pensado en esa dificultad. Le respondí sin convicción:
-Tal vez el hecho fue tan extraño que traté de olvidarlo.
Aventuró una tímida pregunta:
-¿Cómo anda su memoria?
Comprendí que para un muchacho que no había cumplido veinte años; un hombre de más de setenta era casi un muerto. Le contesté:
-Suele parecerse al olvido, pero todavía encuentra lo que le encargan.
Estudio anglosajón y no soy el último de la clase.
Nuestra conversación ya había durado demasiado para ser la de un sueño.
Una brusca idea se me ocurrió.
-Yo te puedo probar inmediatamente -le dije- que no estás soñando conmigo.
Oí bien este verso, que no has leído nunca, que yo recuerde.
Lentamente entoné la famosa línea:
L'byre - univers tordant son corps écaillé d'astres. Sentí su casi temeroso estupor. Lo repitió en voz baja, saboreando cada resplandeciente palabra.
-Es verdad -balbuceó-. Yo no podré nunca escribir una línea como ésa.
Hugo nos había unido.
Antes, él había repetido con fervor, ahora lo recuerdo, aquella breve pieza en que Walt Whitman rememora una compartida noche ante el mar, en que fue realmente feliz.
-Si Whitman la ha cantado -observé- es porque la deseaba y no sucedió. El poema gana si adivinamos que es la manifestación de un anhelo, no la historia de un hecho.
Se quedó mirándome.
-Usted no lo conoce -exclamó-. Whitman es capaz de mentir.
Medio siglo no pasa en vano. Bajo nuestra conversación de personas de miscelánea lectura y gustos diversos, comprendí que no podíamos entendernos.
Eramos demasiado distintos y demasiado parecidos. No podíamos engañarnos, lo cual hace difícil el dialogo. Cada uno de los dos era el remendo cricaturesco del otro. La situación era harto anormal para durar mucho más tiempo. Aconsejar o discutir era inútil, porque su inevitable destino era ser el que soy.
De pronto recordé una fantasía de Coleridge. Alguien sueña que cruza el paraíso y le dan como prueba una flor. Al despertarse, ahí está la flor. Se me ocurrió un artificio análogo.
-Oí -le dije-, ¿tenés algún dinero?
-Sí - me replicó-. Tengo unos veinte francos. Esta noche lo convidé a Simón Jichlinski en el Crocodile.
-Dile a Simón que ejercerá la medicina en Carouge, y que hará mucho bien... ahora, me das una de tus monedas.
Sacó tres escudos de plata y unas piezas menores. Sin comprender me ofreció uno de los primeros.
Yo le tendí uno de esos imprudentes billetes americanos que tienen muy diverso valor y el mismo tamaño. Lo examinó con avidez.
-No puede ser -gritó-. Lleva la fecha de mil novecientos sesenta y cuatro. (Meses después alguien me dijo que los billetes de banco no llevan fecha.)
-Todo esto es un milagro -alcanzó a decir- y lo milagroso da miedo. Quienes fueron testigos de la resurrección de Lázaro habrán quedado horrorizados. No hemos cambiado nada, pensé. Siempre las referencias librescas.
Hizo pedazos el billete y guardó la moneda.
Yo resolví tirarla al río. El arco del escudo de plata perdiéndose en el río de plata hubiera conferido a mi historia una imagen vívida, pero la suerte no lo quiso.
Respondí que lo sobrenatural, si ocurre dos veces, deja de ser aterrador. Le propuse que nos viéramos al día siguiente, en ese mismo banco que está en dos tiempos y en dos sitios.
Asintió en el acto y me dijo, sin mirar el reloj, que se le había hecho tarde. Los dos mentíamos y cada cual sabía que su interlocutor estaba mintiendo. Le dije que iban a venir a buscarme.
-¿A buscarlo? -me interrogó.
-Sí. Cuando alcances mi edad habrás perdido casi por completo la vista.
Verás el color amarillo y sombras y luces. No te preocupes. La ceguera gradual no es una cosa trágica. Es como un lento atardecer de verano. Nos despedimos sin habernos tocado. Al día siguiente no fui. EL otro tampoco habrá ido.
He cavilado mucho sobre este encuentro, que no he contado a nadie. Creo haber descubierto la clave. El encuentro fue real, pero el otro conversó conmigo en un sueño y fue así que pudo olvidarme; yo conversé con él en la vigilia y todavía me atormenta el encuentro.
El otro me soñó, pero no me soñó rigurosamente. Soñó, ahora lo entiendo, la imposible fecha en el dólar.